LOS MOLINOS y la ERMITA de la campana

Un día frío y soleado, como en los mejores deseos para una excursión. Salimos del pueblo de Los Molinos por un camino ancho de tierra, que lleva hacia las montañas, cruzandonos de vez en cuando con algún jinete. En una ocasión pasó un lugareño de cierta edad en su motoneta, con aspecto de trabajo en el campo, con su boina/gorra, y nos saludó cortés.
Alguno arroyos cruzan bajo el camino y oímos su agradable canto al ir avanzando.
Tras un rato caminando y saludando vacas y caballos, llegamos a la ermita de Nuestra Señora de la Espina, que yo ya conocía y describí en otra excursión con las Caminantas.
Me dio por encaramarme y tocar la campana, capricho un tanto infantil, pero muy satisfactorio.
De vuelta al pueblo en ruta circular, divisamos gracias a las indicaciones de Luis Arocas los Siete Picos, que según como, parecen ocho.
Casi 10 km andamos antes de deleitarnos con un tomate verdadero, carne de la sierra de Guadarrama y  dos variedades de tartas de queso, amén de un tiramisú en copa muy demandado.
Una jornada precursora de otras,  y llena de recuerdos y  de charla.

Por el camino de amarillo 

Cartel muy oportuno. El encuentro con vacas fue incluso emocionante: terneros mamando muy tiernos, vaca sobresaltada por el salto de Celia al cruzar un arroyo y toro mirando fijamente cómo cruzábamos los demás    ¡tensión!


Celia y Color de fuego


Muy  bonitos y amigables


El prado estaba muy verde y precioso



Ya se ve la campana
La ermita aparece


El descanso en la ermita


Los cuatro de la excursión

Hay que encontrar la espina








Vuelta al pueblo, por allí andan los siete u ocho picos



A Luis le encanta que la hagan fotos jajaja


Ya se avista Los Molinos




Un bonito cruce de río, la foto hecha con el pueblo Los Molinos a la espalda




Sitio para volver
Yo acabé la tarde viendo las carreras en casa de Pipe, y luego tras la Plaza Cibeles, el Circulo de Bellas Artes, qué intensidad