LOS MOLINOS Y LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPINA

Un precioso día de septiembre, caluroso y soleado nos acompaña en este paseo en que retomamos el curso  y renovamos intenciones.
Subimos levemente  y subimos otra vez, y fuimos en paralelo a la mediana del monte, alternando sol y umbría con caballos y algún viandante y algún ciclista, a los que fuimos preguntando para llegar a la bella ermita.
Una Virgen blanca  con el niño con la espina "camuflada" en su pecho nos alegró el hallazgo.
La vuelta sosegada, con una escasa caña de cerveza, pero agradable.  Sospecho que a partir de ahora nuestras algaradas finales serán moderadas. Debe ser la edad.
Aquí estamos otra vez!!

Grupito al completo




Belén investigando



Marijose y la vaca



Casi todas y la vaca



Buscando la ermita






Esperando tranquilidad en la ermita





Bellas ellas. ¡Viva la ermita de Nuestra Señora de la Espina!